Salir a la calle

calle

Por Erdosain (13/9/12)

1.A mi no deja de sorprenderme el autoritarismo solapado. Hoy va a haber una movilización a Plaza de Mayo (pero la descalificación la llama cacerolazo Essen) y la primer reacción no es pensar quién va, qué se convoca, si la convocatoria está focalizada en torno a una demanda específica, si todos los presentes van organizados o por motu propio, con una agenda personal, sino declarar a la manifestación como «organizada por Pando»(¿?).

2.La extorsión moral («sos funcional a la derecha» es el hit del Stalinismo, recuerden) designa espacios tranquilizadores. También calla. O invita al silencio en vez de al movimiento y a la política creativa, inteligente.

3.En vez de apoyar reivindicaciones justas, válidas ante diversas cuestiones (Once, inflación, abusos de poder, violaciones de la ley, censura implícita y explícita, etc) la respuesta es negar toda manifestación. Hay muchos amigos que prefieren callar en vez de estar, hacerse oir y diferenciarse. O al menos ir por curiosidad, por inquietud periodística (para ver en vivo lo que luego te van a contar mal). A título personal creo que siempre es mejor ir con planteos puntuales, claros, concisos.

4.Esta es la mejor evidencia de la falsedad en torno a la recuperación de la política y lo político. Si así fuera buscaríamos nuevas reivindicaciones y defenderíamos las obtenidas como un derecho adquirido (en vez de pensar que es una simple concesión del poder político: un acto de amnesia histórica con respecto a los verdaderos luchadores detrás de esos derechos).Verdaderamente correríamos por izquierda a todo gobernante (a todo el espectro político que no cumpla con sus obligaciones y con nuestras demandas) en vez de defenderlos por derecha…

5.Pero nada de esto es lo que sucede.

6.Lo que sucede es que hemos naturalizado demandas y manifestaciones varias en muchos casos sin plegarnos, sin conocer sus motivos o fines. Esa naturalización responde a que nunca fueron reclamos coordinados (ni espacial ni temporal ni temáticamente).

7.La contraparte de ese desconocimiento no es “la plaza del 54%” (no porque no pueda haber apoyo, sino porque ahí no hay un reclamo por más derechos, no hay una demanda ante poderes instituidos, sino un simple regocijo por lo conseguido: expresión del temor conservador en vez de demanda progresista por más y mejores cosas) sino la ausencia de reclamo, el silencio en las calles, la falta de movilizaciones masivas. Eventualmente el «miedo a los disturbios o a los fanatismos» (sic)

8.La atomización de los reclamos y la descalificación de las manifestaciones masivas en demanda de mejoras responde a una perspectiva reaccionaria del mundo. No porque todo manifestante opine lo mismo (no creo que así lo sea) sino porque frente al reclamo prima la censura, el silencio, la falta de curiosidad.

9.Por último, incluso para quienes descalifiquen por completo la manifestación de hoy pero que a su vez se piensen consustanciados políticamente con algún proyecto en particular…la pregunta es…¿Por qué no están en las calles reclamando otras cosas, con otras propuestas? Si les molesta la presencia de gente diversa en la calle, salgan ustedes, recupérenla. Y quien les dice si en realidad no podemos ponernos de acuerdo en mejorar algunas cuestiones. El mayor problema es que, quizás, salir a la calle suponga que se puede ejercer ciudadanía…en vez de pensar que ese ejercicio termina en un cuarto de votación.

10.Frente a esa confianza en la delegación, frente a ese miedo a tomar la calle frente a una demanda, yo me pregunto: ¿Quién es el conservador frente al orden establecido, entonces? ¿El que sale, demanda, indaga o el que calla, silencia reclamos, y festeja en silencio derechos adquiridos por todos?

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